Análisis sugiere posibles causas de los altos niveles de corrupción percibida en México

Una entrada reciente publicada en el blog del Centro de Excelencia busca averiguar cuáles son las razones que explican los altos niveles en que se concibe a la corrupción como frecuente en México y que contribuye para colocar al país en la posición 138 de 180 países en el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional. El estudio realizado por Héctor Duarte, especialista en estadística delictiva del CdE, está basado en datos de las entidades federativas que se desprenden de los cuatro levantamientos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI, así como en información estadística de otras fuentes sobre libertad de prensa, competitividad electoral y desarrollo humano a nivel subnacional.

A partir de la literatura especializada se toman en cuenta dos principales enfoques para tratar de explicar la percepción de corrupción como “muy frecuente” en las entidades federativas mexicanas para el periodo entre 2011 y 2017. Un primer enfoque plantea que las percepciones están basadas en experiencias cercanas a la corrupción, en particular al soborno al momento de realizar un trámite, ya sea que éste es conocido por una experiencia directa o por testimonio de un conocido. El segundo enfoque toma en cuenta variables de coyuntura política como el grado en el que la prensa a nivel local cuenta con la libertad para informar de escándalos de corrupción o el grado en el que la competencia electoral motiva la divulgación de este tipo de historias a fin de desacreditar a un candidato específico. Los resultados de un modelo estadístico muestran que las experiencias de peticiones de soborno sufridas de manera personal son particularmente relevantes para pensar a la corrupción como frecuente. Adicionalmente, y contrario a lo esperado, la libertad de prensa y una competencia electoral muy intensa fungen como “diques” que previenen registros aún mayores de corrupción en la opinión pública.  En otras palabras, pilares de la democracia como como la libertad de expresión y las elecciones libre y competidas son fundamentales pareciesen prevenir que la corrupción se asuma como aún más frecuente.

Los hallazgos del artículo son útiles para conocer por qué la tendencia al alza en los últimos años en la percepción de corrupción en México y las diferencias a nivel de entidad federativa respecto de este fenómeno. Asimismo, el estudio hace un análisis de cuáles son las áreas en las que los gobiernos de distintos niveles pueden influir más directamente a fin de reducir los niveles en los que se cree que la corrupción ocurre. En cuanto a la agenda de investigación a futuro sobre este tema, los levantamientos posteriores de la ENCIG y la mejora de los datos de fuentes externas al INEGI serán esenciales a fin de conocer cómo se forman las percepciones de la ciudadanía en torno a la corrupción y otros temas presentes en la opinión pública. Conoce el estudio.